domingo, 6 de marzo de 2011

¡Lina Ron. Con tiempo y sin él!


Estimada compatriota Lina Ron, te fuiste tan sorpresivamente que no nos diste tiempo para por lo menos, recordar ese día ocho de Marzo, fecha cuando se celebra cada año el DÌA INTERNACIONAL DE LA MUJER.

Tu figura luchadora, impetuosa, revolucionaria, irreverente y contestataria, cruzó la fecha de un carnaval de burlas, calumnias y festejos por tu deceso… Dios les perdone, por hacerle la fiesta al mal, en medio del dolor de muchos…

Comandanta inefable y protectora de los que todo necesitan, volaste tan pronto y fugaz, que aún no asimilamos que aquella, quien se enfrentó a muchos y protegió a tantos, ahora debe estar en las inmensas y extrañas dimensiones que desconocemos, pero que nuestro corazón presiente deben ser, como un éter divino, donde existe una inmensa paz y se descansa largamente luego de la vida, la brega, la pasión, el amor…

Si Lina, tu razón principal de vida y el hecho de ser una mujer significativamente portadora del estandarte de la libertad, la pasión patria, la lucha revolucionaria y el sabor a pueblo, ese que nunca te abandono y siempre llevaste como bandera, nos dejó en este aciago instante, un dolor que nos hiere y lacera a los que tomamos este proceso hace años por y para siempre.

No tuviste tiempo camarita de recoger aún cuando fuera, un poquito de los sueños que forjaste allá en la plaza Antonio López, cerquita, donde rindieron su vida los de Puente Llaguno, guapeaste y tanta comida, medicinas y ropa repartiste a los desposeídos, quienes acudían a buscarte con sumo interés por tu ayuda.

Recuerdo que una vez te vi allá en el huequito ese frente a la iglesia Santa Capilla y nos apretamos las manos en gesto amistoso y te increpé a continuar luchando por estos hermosos ideales; me expresaste entonces: “¡Claro compatriota, pa`lante es pallà, aunque a muchos no les agrade!”… Recuerdo, me fui muy contenta de haberte conocido y de paso haberle tendido tu mano generosa a aquel compañero quien andaba enfermo y hambriento.

Eran primeros días del tercer mes del año y te recordé que venía ese día ocho de Marzo. Sonreíste y me dijiste: “¡Bueno, celebraremos o igual pasará, lo importante es recordar que mujer se es, todos los días!”.

No me pueden increpar ahora por aquello de decir, que luego de muerta toda persona es buena. Confirmaría que es así. Las madres tienen todos los perdones del mundo por ser madres. Los muertos tienen todos los perdones del mundo porque ya no estarán en él, pero no morirán, pues siempre estarán en nuestro recuerdo…

¡Caramba Lina! Lo que nunca me imaginé, es que al pasar de estos años, un día tal como hoy, con tiempo o sin él, te nos fuiste al eterno de los siempre, sin poder exaltar aunque fuera por un ratito, ese día significativo del ocho de Marzo y por el cual, ahora será el tiempo de recordarte más que nunca con todo nuestro sentimiento y pasión revolucionaria; por haber sido, tan valiente, luchadora, mujer y compatriota. ¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE CAMARITA!!

AHORA TENDRÀS TODO EL TIEMPO DEL MUNDO HERMANA DEL ALMA!

PAZ A TU ALMA COMPATRIOTA LINA RON Y SENTIDO PÈSAME A LOS TUYOS!

VIVIRÀS POR SIEMPRE EN EL CORAZÒN DE LOS REVOLUCIONARIOS!

titereahi@hotmail.com

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